Esta semana toca una cerveza que ya de nombre deja clara su inspiración monacal, ya que opta al igual que la Corsedonk o la Het Kapittel por distinguir entre las cervezas que componen la gama utilizando la jerarquía eclasiástica. Así, tenemos la "Pater 6", la "Prior 8" y la "Abt 12". Estamos hablando por tanto de la de en medio. Si la Pater son unos ¿discretos? 6,7º y la Abt ya supera la barrera psicológica de los 10 (tiene 10,5º), nuestra protagonista de hoy se queda en unos nada despreciables 8º.
La historia de la cervecera es algo singular. Sí, es Belga, tendré que salir de ese país alguna vez (cervecilmente hablando, claro). La cervecera está ubicada en Watou, pueblecito en la zona flamenca pero en la frontera con Francia. Originalmente se dedicaba a la elaboración de queso de abadía, pero tras la segunda Guerra mundial la abadía trapense de St. Sixtus de Westvleteren les propuso hacerse cargo de la parte comercial de su producción, y así pasó a elaborar las cervezas Sixtus en 1946 bajo licencia y supervisión de la abadía. El acuerdo se prolongó durante casi 50 años, hasta que en 1992 se creó la calificación Cerveza Trapense (que considera únicamente las cervezas elaboradas dentro de las abadías). Así, la cervecera cambió el nombre a Saint Bernardus pero dicen que conservando la receta, mientras que la abadía elaboró una de las trapenses que me faltan por probar - junto a la Achel -, la Westevleten (no es que sea un gran mérito haber probado las demás, ya que sólo hay 6 trapenses). Por cierto que los quesos los siguieron elaborando hasta 1959, que fue cuando se centraron exclusivamente en la cerveza.
Además de las tres Saint Bernardus mencionadas, hay una Saint Bernardus Tripel, una blanca (St. Bernardus Witbier), la Watou Tripel y una que me ha llamado poderosamente la atención: la "GrottenBier" o cerveza de cueva. Aquí teneis toda la gama: http://www.sintbernardus.be/es/cervezas.html
Así pues, y aunque actualmente no esté asociada a ninguna abadía, yo ésta sí la considero cerveza de abadía, aunque es cierto que eso de "cervezas de abadía" está un poco desvirtuado, ya que cualquiera que tenga una inspiración o se base en una receta la llaman de abadía o incluso - como la Braven Apostel de hace unas pocas semanas - sólo por tener una iglesia o un monje en la etiqueta. Por otro lado lo de los apellidos tampoco me obsesiona (más allá de que mi lado purista se rebela al verlos mal puestos). Lo que realmente me interesa es el sabor y la calidad de la cerveza. Y ésta es muy buena.
La cerveza es muy oscura con espuma también ligeramente marrón. Lo cierto es que tanto de color como de sabor me recuerda bastante a la Abbaye Des Rocs de hace dos semanas. En este caso la espuma es bastante densa pero no especialmente abundante. Permanece en la copa unos minutos sin ser de esas espumas que parecen solidificarse. Tiene más burbuja de la que podrías pensar al verla servida en la copa, pero sin que eso sea en absoluto una tara. Su olor es perfecto, dan ganas de quedarte olisqueándola un rato. A su sabor, sin embargo, le falta algo. Es una cerveza muy buena, con una combinación entre dulzona y amarga, batalla que al final gana la parte amarga. Su sabor persiste, no es de ésas que al bajar por la garganta ya se ha evaporado, sino que se mantiene en el paladar hasta el siguiente trago. ¿Y entonces qué le falta? Quizás un poco de cuerpo o algo de turbidez, pero no, seguramente es simplemente que la noche anterior me tomé una Grimbergen Optimo Bruno y no puedo considerar la Saint Bernadus excelente porque no es tan buena como la Optimo Bruno (que es de matrícula). Notable alto por tanto.
Recomiendo la lectura de este artículo sobre trapenses para los que estén interesados: http://eremumeharrak.wordpress.com/2007/05/30/cervezas-trapenses/
arf arf arf me has hecho salivar y suspirar por una de esas Prior Bernardus. Specially Tripel.
ResponderEliminarRespecto a lode salir de Belgica, no tengas prisa aprovechate ahora que todavía son un país y no tres o cuatro.
Sí, qué manía con lo de separarse. En fin..
ResponderEliminarEstán buenas, la verdad, pero en la comparativa con la Grimbergen Optimo Bruno pierden por goleada.
A mi que se separen me da más o menos lo mismo siempre qu esigan haciendo delicias como esta y otras tantas.... la Optimo Bruno de Grimbergen AAGAGFGFSGFGFGAGSFAGSF (babilla a lo Hommer simpson acompañan estos balbuceos) que rica está por dios
ResponderEliminarOtra cerveza deliciosa según los entendidos!!
ResponderEliminarBueno, pues ya se me ha olvidado todo lo que he leído aquí (y en el artículo que añades al final, que el último párrafo parece tuyo, qué cosas), pero sé que me ha gustado leerlo.
ResponderEliminarMe cuesta ya trabajo encontrar aquí una cerveza que no haya ya visitado... y sin llegar a probar ni una sola, no me digas que no tiene eso mérito. De ésta, como no le has puesto foto, ni del vaso/copa ni nada, me tendré que fiar de tus palabras. Tampoco la iba a probar, así que... :)
Lo de separarse está muy feo, con lo bien que nos iría si nos juntáramos todos, a una, para variar.
Qué rápido se te olvidan los posts sobre cervezas... :) Vale, lo entiendo, si con que te sigas pasando a leerlos y comentar me basta.
EliminarLo de separarse parece que es la moda de ahora, aunque hay que reconocer que lo de unirse tanto tampoco es que haya ayudado a repartir mejor lo que hay... Ya veremos, me temo que sea lo que sea, tocará aprender a las malas.