La cerveza de la semana: Pauwel Kwak

Ésta sí es una vieja conocida (y seguro que de más de uno de vosotros también). Y tan vieja, ya que se empezó a elaborar en 1791, cuando Napoleon era el emperador de Francia. Todos la conocemos como "Kwak" pero el nombre completo es Pauwel Kwak, que es el nombre del cervecero que allá por finales del siglo XVIII empezo a elaborar esta riza cerveza.

Comercializada en casi todo el mundo, la cervecera que la elabora es "Bosteels", situada en la zona flamenca de (cómo no) Bélgica. Concretamente en Buggenhout, más o menos en el centro del triángulo formado por Gante, Bruselas y Amberes (Antwerpen). La cervecera elabora también una de mis cervezas favoritas, la "Tripel Karmeliet", de la que espero hablaros alguna vez, y también una bebida mezcla de cerveza y champagne que llaman "Deus", que habrá que probar porque parece muy curiosa. La cervecera es una cervecera familiar fundada en 1791 por Evarist Bosteels y ha ido pasando de padres a hijos durante 7 generaciones. Y por mí, que siga así. En la página web se pueden averiguar más curiosidades de esta cervecera: http://www.bestbelgianspecialbeers.be

La cerveza es una cerveza con graduación alcohólica elevada (8,4º). Al parecer la "versión belga" es la de 8,4º y la que se exporta de 8,1º, aunque donde yo la compro es la de 8,4º, así que no sé cómo será la otra. Pero no podemos hablar de la Kwak sin comentar su aspecto más conocido: ese peculiar vaso con forma de bocina de coche antiguo, que viene en un pedestal de madera. El vaso también tiene su historia. Al parecer la taberna del tal Pauwel Kwak estaba en una parada de carruajes. Los conductores (o palafreneros) no tenían permitido bajar y abandonar carruaje, caballos y equipajes para entrar en la taberna, así que el hombre este ideó un soporte que se podía colgar en el pescante del mismo. Y ese vaso es ahora su seña de identidad. Yo tengo uno en casa y es muy bonito, pero bastante incómodo, la verdad, puesto que el vaso se mueve dentro del pedestal y hay que sujetarlo para que no llevarse un disgusto.

Y aún no he hablado de la cerveza. Es una cerveza de color miel no demasiado oscura. Tiene mucha espuma y es bastante densa (en su vaso se genera mucha más y alimenta de verla). Además tarda en desaparecer. Tiene las burbujas justas y un sabor amargo pero nada fuerte, no parece que tenga los grados que tiene. Es por ello muy peligrosa, entra muy bien y dan ganas de seguir con otra. No es nada turbia pero a pesar de ello tiene bastante cuerpo.  En resumen, una cerveza redonda. Sin destacar especialmente está tan equilibrada y cuidada que no sorprende que lleven más de 200 años vendiendola.