Reconozco que otra de las cosas que me atrajo de este libro fue la escueta nota sobre el autor que aparece en la solapa:
B. Traven (1890-1969), sobre cuyo país de origen todavía se discute, envolvió su vida y su obra de un aura de misterio que todavía hoy es difícil de desentrañar. Escritor, periodista, fotógrafo y viajero incansable, estableció su residencia en México en el año 1924, y allí vivió hasta su muerte en 1969. En Acantilado han aparecido sus novelas El tesoro de Sierra Madre y La nave de los muertos.
Ya entrando en el libro, lo protagoniza uno de los más inclasificables individuos que os podais imaginar. Con un cinismo inigualable, tramposo, pesimista, exagerado, mentiroso, honrado, orgulloso, deslenguado y superviviente nato, nos pone ante un espejo y a través de los avatares en los que se ve envuelto desde que pierde en Amberes el barco en el que navegaba y queda a merced de burócratas, sin papeles ni dinero, pone de relieve muchos de los absurdos de nuestro sistema.
Escrito en 1926, la vigencia de todo lo que cuenta y de las reflexiones del protagonista es sorprendente. El libro esta plagado de fragmentos brillantes, no hay página que no regale un párrafo que me hubiera gustado reseñar aquí, pero como no sé cuál elegir, me limito a recomendaros su lectura. A mi personalmente me ha gustado más la primera parte, con esa odisea europea, que la segunda, ya en el barco. Pero el libro es genial en su conjunto.
Me lo apunto, me basta con saber que fue el autor de "El tesoro de sierra madre", cuya adaptación cinematográfica fue magistral.
ResponderEliminarPrecisamente estaba pensando en la película de John Huston...
ResponderEliminarLo escrito en la contraportada sobre el autor resulta muy atractivo.
Buena lectura findesemaniense,
Yo también me lo apunto, natsnoC, que hace mucho que no me apunto un libro a tu salud. Gracias por la recomendación. Un beso.
ResponderEliminarYo también soy una enamorada de esta editorial. Cuando paso por el centro evito encaminar mis pasos hacia la fnac, porque seguro que "algo" se tirará a mis brazos para que lo cuide y lo proteja del frío de las asépticas estanterías ;)
ResponderEliminarLo tendremos en cuenta :-D
ResponderEliminarSuena fascinante, mi mas sincera "envidia literaria". Y que autor tan misterioso, yo no me despegaria de ese libro menos que menos en el invierno austral en el que estoy viviendo (aunque seguro que lo disfrutaras a lo grande en verano).
ResponderEliminarSaludos!
Un gran libro. Con un amigo hice un accidentado viaje a Turquia y cruzamos el Bósforo en un barco desde Frecia que bien podría ser el de la novela. ¡Qué tripulación más patibularia!
ResponderEliminarCon Alcantilado estuve a punto de hacer la portada de "La noche fantástica" de Stefan Zweig. ¿Es Leo Bearn el autor de esa portada? Borgo.
aunque puede ser posible, me parece increíble que en estos tiempos no se sepa el lugar de nacimiento de una persona reconocida que incluso ha vivido por largos 80 años. ¡vamos!, ni que fuera homero, je. saludos.
ResponderEliminarCahiers, yo el que me he apuntado es el que tú comentas, ya que el libro no lo he leído.
ResponderEliminarA-B-C, es que nos gusta el misterio, jeje.
Clementine, sí, es verdad, hace tiempo que no comentaba ningún libro, pero es que los anteriores fueron... de pasar el rato.
without, ya vi que entre las gatas había unas cuantas fans de Acantilado. Creo que no me queda ninguno de Acantilado en la cola, habrá que arreglar eso.
Alfred, además te gustará el tono en que está escrito. Hmmm.. Quizás debería ser lectura para los Indignados.
Mr. Dupin, en realidad no me afecta la estación del año a lo de disfrutar de la lectura, salvo que en verano salgo más de casa y tengo menos tiempo.
Miquel, no me sorprende nada que lo hayas leido. Ahora no tengo el libro a mano, pero creo que la portada sí era de quien mencionas. Ah, y los libros de Stefan Zweig son geniales.
Draco, es curioso, sí, pero en realidad no tan poco habitual en esa época tras la primera y también la segunda guerra mundial, con éxodos masivos, exilios voluntarios (o no) y pueblos destrozados por la guerra.
Acantilado es una editorial que me encanta, aunque solo sea por los libros de Zweig y Chesterton. Otra pequeña editorial, pero de gran calidad, es Libros del Asteroide.
ResponderEliminarNo conocía ni el libro ni el autor, pero bueno, habrá que tenerlos en cuenta ;)
Buxter, Acantilado y El Asteroide son, junto a Impedimenta, mis debilidades actuales en cuanto a editoriales. Como he comentado antes, los de Zweig son geniales, te hacen pasar un gran rato... por otro lado, la pena es esa: que sólo duran un ratito.
ResponderEliminarpues lo voy a buscar, has despertado completamente mi curiosidad. Yo también leo mucho de Acantilado, compraría todo su catálogo, y además las portadas y las contraportadas suelen resultar bastante atractivas, como en este caso.
ResponderEliminarbueno, cuando lo lea te cuento :)
besos,
maslama, lo de Acantilado es curioso. Cuando compré el primer libro no había visto antes la editorial. O eso o no me había llamado la atención. Desde entonces la cosa parece que ha cambiado, y todos parecen conocer la editorial, que sigue manteniendo su línea. No sé hasta qué punto el "best-seller" de David Monteagudo puede haber influido en el éxito.
ResponderEliminarA mi Acantilado me encanta, es una de esas editoriales que miro siempre en la estantería de mi librería predilecta. Este libro no sería de los que escogería ahora mismo, pero me lo apunto para más adelante. Que te guste a ti ya es un referente!. Anda, no seas perezoso y copianos un párrafo al de esos que dices que son tan maravillosos y así lo disfrutamos todos...¿cuál? el que el azar decida o el número de página que una de tus hijas diga. Me gusta leer tus reseñas de libros. Un abrazo
ResponderEliminarLayna, qué alegría ser un referente para tí. No se lo digas a nadie, pero durante muchos fragmentos pensé que los "indignados" deberían leer este libro mucho antes que los de Hessel. Sobre los fragmentos... verás, no me gusta subrayar, ni marcar, ni parar la lectura para apuntarmelos. Luego me toca buscarlos, y ahora no lo tengo a mano, pero a ver si tengo un rato y lo hago.
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