Hace ya tiempo desde que publiqué
la primera parte, quizás algunos pensarais que lo había abandonado (otros lo habreis olvidado), pero no era así. Sigo donde lo dejé, con algunas de las barbaridades que se hicieron a principios del siglo XX, principalmente a partir de los descubrimientos de Marie Curie. Espero que hayais superado el trauma de los condones o los supositorios radiactivos porque seguimos con barbaridades iguales o superiores.
Pero antes un paso atrás. Vamos a repasar lo que respetados doctores publicaron a principios del siglo XX. En realidad según parece todo está relacionado con el manantial de Hot Springs en Arkansas (USA), uno de los primeros balnearios. En 1903 se descubrió una pequeña cantidad de radiactividad en el agua del manantial, seguramente absorbida del gas radón presente en el subsuelo. En cualquier caso, automáticamente se asociaron todas las propiedades beneficiosas del agua del manantial a la radiactividad, y algunas otras "de propina". Así, podemos leer al doctor C.G. Davis en el
American Journal of Medicine afirmando que "
La radiactividad previene la locura, aumenta las emociones nobles, retrasa el envejecimiento y proporciona una vida espléndida, placentera y juvenil".
O al profesor Bertram Boltwood de la universidad de Yale dando la explicación científica a esas supestas propiedades: "
La radiactividad trasnporta energía electrica al interior del cuerpo y expone a los fluidos, protoplasma y a los núcleos de las células a un bombardeo inmediato mediante explosiones de los átomos electricos, estimulando la actividad celular, activando los órganos secretores y excretores haciendo que el sistema elimine los productos sobrantes, por lo que es un agente para la destrucción de las bacterias". Ahi queda eso. Y es que hay que tener cuidado cuando todos se quieren subir al carro de la modernidad.
Pan con radio
Tras el chocolate de la entrega anterior, nuevo alimento radioactivo elaborado en europa, más concretamente en la actual república checa. Al parecer la cantidad que tenía el pan era prácticamente inocua ya que no se introducía radio en el pan sino que el agua utilizada para elaborarlo era radioactiva, pero en cualquier caso era un alimento elaborado con sustancias radiactivas.
Por cierto que el dibujo del envoltorio es también muy bueno.
Revigator y otras jarras para añadir radiactividad al agua
Como acabamos de leer, se creía que la radiactividad era vigorizante y curaba todo tipo de molestias, malaria, neuralgias, diarreas, problemas cutáneos, .Vamos, poco menos que milagrosa. El problema era que el radón (afortunadamente) pierde sus propiedades radioactivas con relativa rapidez (Cada 3,82 días cae a la mitad de su actividad inicial, frente a los 4510 millones de años del uranio-238), además de al ser gaseoso disiparse con facilidad.

Llegaron entonces a la conclusión que lo mejor era añadir con radio puro la radiactividad al agua (el radio cae a la mitad en 1680 años) , usando unos contenedores radiactivos, el más famoso de los cuales era el "Revigator". Surgieron tantas jarras distintas que la agencia americana del medicamento (AMA) tuvo que poner fin al abuso: sólo las jarras capaces de generar un número determinado de microcurios (2) de radón por litro de agua cada 24 horas recibían el sello del AMA. El resto, no era suficientemente bueno para la salud. Éso sí es preocuparse por la salud del ciudadano, sí señor.
Aplicador ocular Degnen
Estas gafas tan llamativas estaban recomendadas para cualquier problema de visión que nos podamos imaginar. Por supuesto, supuestamente prevenía o reducía la miopía, hipermetropía, presbiopía y todas las "-opías" que se nos ocurran. Y ya puestos, dolores de cabeza también.
Se recomendaba sentarse y llevarlas unos 10 minutitos con los ojos cerrados, un par de veces al día. Había tres modelos con distinta intensidad de radiación.
Compresas radiactivas Radiumchema
Estas compresas de los años 30 se fabricaban en Checoslovaquia y se entregaban con un certificado nada más y nada menos que de los laboratorios Curie de parís garantizando la pureza y actividad del radio que contenían. A continuación un impagable documento: la foto de los lugares de aplicación recomendados y la lista de dolencias que curan. Está en alemán pero se ve que incluye neuritis, neuralgias, reumatismo, artritis, tortícolis, migraña... Vamos, que daban ganas de forrarse con esto en plan momia.
Medicina homeopática con uranio
Todos sabemos que la homeopatía siempre va un paso más allá que la medicina, y que todo lo natural es bueno. En realidad el mineral de uranio no es por si solo radiactivo así que no es mucho peor que tomarse carbón o zinc, pero vamos que curativo muy curativo no pondría yo la mano en el fuego que es. Aunque la lista de dolencias para las que se recomendaba era muy extensa.
Se siguen vendiendo remedios homeopáticos con uranio. Y me sigue pareciendo increible.
En el enlace que pongo más abajo hay más, bastante más. Sales de baño con radio, cremas, píldoras, ... Como curiosidad, se llegó a vender "Uranium Ice Cream", pero no llevaba uranio, era simplemente que lo atómico era tan popular que decidieron ponerle ese nombre.
Ya para terminar (ya toca, lo sé), no dejeis de ver
el fabuloso video elaborado en los 50 por el tío SAM con indicaciones sobre qué hacer si ha caido una bomba atómica en la casa del vecino (si no quereis ver los 9 minutos enteros, lo mejor a partir del minuto 3:30). Magníficos consejos, desde luego. Algunas perlas (genial la teatralización con el niño que bañan para quitarle la radiación después de estar jugando a la pelota cerca de donde explotó la bomba):
- La bomba atómica no te cegará más que unos pocos minutos si miras directamente a la explosión, algo más si lo haces de noche.
- La probabilidad de que en caso de verte sometido a la radiación de la explosión veas afectada a tu capacidad de tener hijos, o que afecte a los hijos que puedas tener, SON INFERIORES A UNA ENTRE UN MILLON
- La radiación no hará inhabitable un lugar. Bueno, puede que temporalmente.
- Con una protección de una lámina de acero de 1 pie de grosor estás protegido incluso muy cerca del centro de la explosión.
- Una hora después de la explosión ya se ha ido casi toda la radiación, se la lleva el aire.
Fuente:
http://www.orau.org/ptp/collection/quackcures/quackcures.htm