Hoy no me voy a enrollar mucho. El libro de Wang Gang, ambientado en la revolución cultural china y basado según dice el autor en sus propias experiencias de la infancia, es un libro que me ha encantado. Tierno, cercano, sencillo y entrañable, conectas enseguida con la historia y consigue sumergirte en la época, en la región y en la cultura en la que vive Amor Liu, el protagonista. Hay pasajes muy chocantes (la pintada de Mao, la estatua) y otros realmente duros (mejor no destripo nada), aunque todos se cuentan con una naturalidad que los suaviza mucho.
No es un libro de aventuras, ni de intriga, es un libro del día a día de un niño que se ve atraido por un idioma y unas costumbres distintas a las suyas en un entorno muy complicado.
Por ponerle pegas, no me ha gustado nada que traduzcan algunos de los nombres de los personajes como Amor Liu, Segundo Premio Wang, Amanecer Huang o Basura Li. Esto me pegó una bofetada desde la primera página y aunque acabas acostumbrándote nunca llegas a aceptarlo. Tampoco te impide disfrutar de la lectura.
He dicho que no me quería enrollar así que acabo. Recomiendo su lectura.
Lo poco que vi me pareció durillo, pero interesante, antes o después lo leeré.
ResponderEliminarVeo que saltas de un estilo, autor, país a otro sin parar...
ResponderEliminar:-)
Hace ya unos años que me di cuenta de que lo que importa en un libro son dos cosas: que la historia sea buena y (sobre todo) que esté bien contada.
ResponderEliminarY sí, sobre todo últimamente, me encanta ir variando. Debo decir que además estoy acertando. No os hablo mal de libros porque estoy teniendo suerte y parece que los esquivo bien.
Hola a todos. He tenido que activar la moderación de comentarios porque esta semana han empezado a postear spam. He preferido activar la moderación a poner lo de la palabreja esa que es un rollo, aunque ya veremos al final lo que hago.
ResponderEliminarTierno, cercano, sencillo y entrañable... Pues que se me ha apuntado este libro en la libreta él solo. Me encanta tu último comentario, es tan de la casa...
ResponderEliminarUn beso, Chez Morera.