Empiezo a perder la fe de salir de esta absurda espiral. No veo intención alguna de escuchar los argumentos del que opina diferente, no hablemos ya de buscar puntos de encuentro. ¿Para qué, con lo rentable que es la crispación?
De hecho, ya que los argumentos no importan, ¿por qué darlos?. No hay interés alguno en nada que no sea repartir culpas y escupir insultos. En Andalucía la culpa la tiene el gobierno de Mariano, o el de Griñán, según a quién preguntes. En Valencia, la culpa es de ZP o de Camps, dependiendo del color de tu voto. Y luego están los que reparten las culpas de manera absolutamente democrática e igualitaria, ya que todos son ladrones. Que no digo que no, pero... ¿no se puede ser más constructivo?
Y mientras tanto por el camino, y con el único objetivo de exaltar y ofender, vamos devaluando y banalizando cosas como el fascismo (la definición actual de ese "fascista" tan socorrido hoy día vendría a ser algo así como "Aquel que no piensa lo que yo creo que hay que pensar, y además lo expresa públicamente") y se trivializan e incluso desprestigian movimientos como el de las revueltas del mundo árabe, sin que yo consiga ver en ningún lado los paralelismos entre lo que vivimos por aquí y lo de Siria.
Así, mientras unos creen estar de nuevo en tiempos de Franco y ven evidente que estamos en una dictadura, otros tildan de antidemocrático eso de manifestarse y discrepar. Mientras unos piensan que el derecho a manifestarse es equivalente a una carta blanca para hacer cualquier cosa que se les pase por la cabeza y pisotear a quien se ponga por delante, los otros piensan que el resultado de unas elecciones da patente de corso para obrar a su antojo y no tienen por qué dar explicaciones. Y así seguimos. Y tú más. Manipulación contra tergiversación. Demagogia contra mentiras. Ya ni siquiera sé si lo importante era el fondo o la forma, porque lo único que se permite en uno y otro lado es seguir las consignas oficiales. Conmigo o contra mi. Blanco o negro (mejor azul o rojo).
Iba a copiar aquí algunos de los argumentos y opiniones (venga, voy a llamarlos así) oídos y leídos por ahi que me han llevado a postear así, pero luego he pensado que no merecía la pena. Lo que está claro es que más de uno necesita un diccionario, y también un libro de historia.
¿Sabeis que es lo peor de todo? Que esos crios que han nacido casi 20 años después de la muerte de Franco y que todo lo que saben es lo que les cuentan, van a acabar creyéndoselo, van a acabar pensando que lo de entonces era más o menos lo de ahora. Me pregunto yo si desde esa perspectiva, a poco que empeore la situación actual, podrán algunos pensar que entonces estábamos mejor y todo. Es lo malo de la demagogia, ¿hasta donde llegamos?.
El caso es que diga lo que diga le va a parecer mal al menos a la mitad, si no a todos, ya que parece que hay que dar la razón sí o sí a uno de los "bandos" del "conflicto" (y ahora también empezamos a usar terminología abertzale, lo que faltaba).
Señoras, señores y demás: recapaciten. La violencia engendra violencia, incluida la verbal. De hecho casi siempre empieza con la verbal. Pero sobre todo, para los políticos, sindicatos y representantes: ¿cuánto más están dispuestos a rebajarse (y rebajarnos)? ¿Realmente no hay ni uno solo capaz de estar a la altura?
No vale todo. Hay verdades en ambos lados, pero en lo que ambos son expertos no es precisamente en la verdad y la honestidad.
crisis globalizada, fastidio globalizado. y palo para todo el mundo sin que se halle visos de solución. esto es como un callejón oscuro donde se llegará a ver (quizá parte de) la luz al final del tunel sin saber cómo ni cuando. saludos.
ResponderEliminarHola, Draco. Esto es como un bote a la deriva en el que en vez de remar juntos, unos sacan el látigo, otros rompen los remos, y los terceros se van nadando.
EliminarVerdad y honestidad ¡¡¡ay que falta nos hace!!!
ResponderEliminarMuy buena tu entrada, aunque yo creo que he contribuido al insulto :).
Precisamente por algo que me llama mucho la atención; y es la banalización ? de la palabra fascista, nazi... y terminamos por no recordar lo esencial.
Un beso
Naada, reina, se perdona. Yo llevo unos días cabreado porque realmente no se puede razonar con ninguno de los ubicados en cualquiera de los extremos. Y preocupado porque cada vez la gente se va hacia los extremos.
EliminarNo te puedes imaginar la cantidad de mentiras que han soltado por ambos lados aquí. Miedo me da pensar lo que os puede haber llegado.
Yo hace tiempo que he dejado de tener fe en todos estos, a mí me van a tener que convertir de nuevo... Hola, natsnoC.
ResponderEliminar¿Sabes qué, Clementine? Que necesitaba soltarlo, sabiendo que a los que debería hacer reflexionar no les va ni a llegar.
EliminarPero se acabó, vuelvo a los temas más agradables, que total para disgustarme.
Y hola, siempre me alegra leerte.
Es una falta absoluta de objetividad de sentido común y también de memoria histórica. El forofísmo no debería existir en política, solo en el fútbol.
ResponderEliminarEste es un país de forofos para todo. Fútbol, política y lo que se ponga. Y cada vez más.
EliminarInsisto en lo que te dije cuando dedicaste un post a la inocencia de los niños que perdián excursiones por la situación laboral de los profesores. La sanidad pública se recorta, la educación universal se recorta... la gente ya sabe lo que viene detrás. O lo pagas o no lo tienes.
ResponderEliminarVer como en el colmo del histrionismo, tienen que derribar y reconstruir una pista del aeropuerto sin aviones de Castellón por no cumplir exigencias de seguridad mínimas CON DINERO PUBLICO. El dinero que se quita de profesores, medicinas en ambulatorios, calefacción de institutos, ayudas a la reinserción laboral, investigación de enfermedades raras. Esa nueva "OBRA PUBLICA"que ningún aterrizaje catará es de Marx, de Groucho no de Karl. Y la gente tiene derecho a estar Highly cabreada y que si no se la escucha poner en duda el grado democratico del poder político.
Estoy mucho más de acuerdo contigo de lo que crees aunque no comparto tu visión apocalíptica de los recortes. Ojalá pudieramos discutirlo con una cerveza, porque aquí es imposible.
EliminarEn cualquier caso, lo del aeropuerto es de traca, como muchas otras cosas (demasiadas) en muchos otros sitios (demasiados).
Yo también estoy cabreado, y ninguno de los actuales gobernantes, ni de los anteriores, están ahí con mi voto. Tampoco los líderes del segundo más votado. Pero jamás se me ocurriría crear grupos en Facebook como el de "Si los valencianos fueran judíos votarían a los nazis", grupo que se creó tras las anteriores elecciones (ahora cerrado pero con muchos clones). Ni de los valencianos ni de los andaluces ni de los vascos.
Creo que el problema es confundir la justa indignación con otra cosa. Yo de eso otro me bajo.
No voy a engañarte, ni a ti ni a tus lectores. No conocí a Franco, al igual que tu, cuando tuvimos uso de razón, ya no existía. Mi familia , de memoria histórica es mas roja que azul, pero lo que esta ocurriendo en este país desde hace años, no tiene nombre de color. Argumento que oía en el seno de mi familia, sobre Franco, es que no quería que los pobre aprendieran para que no se revelaran. Pues bien, si levantara la cabeza, se daría cuenta que se equivoco de sistema, que la democracia nos ha anulado a todos, el sentido común, las ganas de decirles "no me trates de gilipollas que no lo soy", que con la democracia te llenas mejor los bolsillos, manipulas mas al pueblo, etc, etc. A mi me da igual el color político, lo que digan las noticias, lo que no entiendo es como seguimos permitiendo que nos gobiernen trozo de carne con ojos... ups... perdonar... que democráticamente desde el 76 estoy anulada. Fdo. la que nunca ha ido a una manifestación...que vergüenza.....
ResponderEliminarYo no lo conocí, ni ganas. Creo que eso que llamas estar anulado tiene mucho que ver con no tener que luchar por sobrevivir y por derechos fundamentales que disfrutamos gracias a esta democracia, y aunque estoy seguro de que en la segunda guerra mundial se vivió con mucha intensidad, al igual que en nuestra postguerra o ahora mismo en Siria, no lo cambio.
EliminarRojos y azules...algo recurrente y por lo visto casi perpetuo en los últimos cien años de nuestra historia.
ResponderEliminarRecuerdo cuando a mediados de los ochenta, siendo un despreocupado estudiante de letras participé activamente en numerosas manifestaciones, en las que protestábamos contra una ley de reforma universitaria, que maltrataba de forma inmisericorde a las humanidades...mi amigo Cahiers decía que tras ver aquel espectáculo, estaba convencido que era imposible cualquier atisbo de revolución social...por cierto uno de los blancos de nuestras diatribas era un secretario de estado de educación, llamado...Alfredo Pérez Rubalcaba.
¿Dónde quedaron esas tertulias en las que amigos de diferentes ideas podíamos discutir sin que alguien se te tirara a la yugular?. Después salíamos a divertirnos sin rencor alguno.
ResponderEliminarHace unos meses una persona que parecía tranquila y coherente casi me muerde por dar mi opinión acerca de los políticos..¡qué susto! en un momento me pareció ver a un perro rabioso,como no tenía un bozal a mano opté por cambiar de tema antes de sufrir daños físicos....
En este mundo de locos no entiendo Ná de ná.
http://youtu.be/Y2yN7q_N5GU