No me entretengo, os dejo con el cuento "Una niña muy especial", calentito calentito (lo escribió hace un par de semanas)
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Una niña muy especial
Esta historia trata de una niña llamada Candela que tenía 8 años, pero... no era una niña cualquiera sino una niña con autismo. Era una pena porque podría haber llegado a ser una niña muy lista y que conseguiría hacer todo lo que quisiera con esfuerzo. Pero las cosas pasan y hay cosas de la vida que no se borran. Pero aunque Candela tenía ese problema, ella siempre había intentado sobrepasarlo. Pero hay otra cosa que no os había contado y es que ella iba un colegio de niños normales.
Un día, mientras Candela iba al colegio, al entrar en clase su profesor les preguntó si alguien quería ir a las olimpiadas matemáticas. La sorpresa fue que... ¡sólo dos levantaron la mano! ¡Y una de ellas era Candela! La profesora como no tenía otra opción lo aceptó. Candela se puso muy contenta y todos los días por la tarde después de acabar sus tareas se ponía a practicar.
Llegó el día de la olimpiada matemática y ... 1,2,3 ¡Ya! Todos se pusieron a escribir y entregaron la hoja al final.
Candela estaba muy nerviosa y llegó el día en el que daban los resultados.
La sorpresa fue que.... ¡Candela pasó a la siguiente fase!
La profesora, sus padres y los alumnos se quedaron con la boca abierta ¡Vaya sorpresa se llevó Candela!
Bueno, esto sólo lo había conseguido con esfuerzo y ganas de hacerlo.
Lo que pasó es que la olimpiada se bloqueó y no podía seguir por unos fallos que habían tenido así que los que habían pasado a la siguiente fase tuvieron que esperar 2 o 3 años. Para Candela le pasó muy rápido y... ¡llegó el día!
Candela ya tençía 11 años para cumplir 12 y había estado practicando y repasando estos años con muchas ganas y esfuerzo. Lo hizo como pudo y llegaron los resultados y.... ¡CANDELA HABÍA QUEDADO 2ª! No se lo podía creer ni ella.. Todos se asombraron muchísimo y le dieron la enhorabuena. Fueron unos grandes momentos para ella. A lo largo de los años Candela había estado aprendiendo mucho hasta que llegó un año en el que tanto esfuerzo y tantas ganas y de todo... que se puso muy enferma.
Apenas podía moverse. Los médicos decían que se iba a morir. Candela ya no era una niña, tenía 19 años y estaba muy mal.
Sus padres estaban muy tristes y toda su familia también. Todos pensaban que podría haber llegado a ser una gran persona. Y quedó en coma unos meses.
Pero una noche muy iluminada por las estrellas Candela despertó y su madre y su padre se alegraron tanto que no sabían lo que hacer. Candela a la mañana siguiente no había olvidado nada, sabía hacerlo todo perfectamente.
¡Madre mía! ¡Candela ya no tenía autismo!
Candela llegó a ser la mejor médico de toda la ciudad y vivió feliz para siempre.
Fin
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Espero que os haya gustado, si es así dejarle por favor algún comentario a Alba. Y os recuerdo que podeis ver el resto de los cuentos aquí: Los cuentos de Alba